15 enero, 2007

Corpórea como el sol, gemido, aliento.

A Rosa, con amor.
Corpórea como el sol, gemido, aliento,
Respira junto a mí tu vida entera,
Tu sangre en contenida primavera,
Tan cerca ya de ti tu cumplimiento.

Palpar tu plenitud por un momento;
Vivir de tu presencia en cada espera;
Morir en ti, sentir la luz primera
Rozando su más alto encumbramiento.

Depredador, mi gozo ha sido presa
De esta loca aventura de querernos
Y retener la dicha y el encanto.

Peligrosa la huella, la promesa;
Y la virtud de ser y trascendernos.
¡Ah, mísero instante si no es canto!

Comentarios:
¡Jo! Desde que estás [...] te has puesto de un lírico que vaya... Pero bien, bueno el soneto, bueno. Me ha gustado
 
Pues gracias. He estado a punto de dedicártelo a ti, ya que me recordaste hace tiempo la posición de los acentos en un soneto. Lo que ocurre es que corren tiempos bastante turbios y una dedicatoria de ese tipo podría dar lugar a malentendidos...
 
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