15 enero, 2007

En honor a Rictus.

En honor a Rictus, mi caro amigo:

Rictus, estas son las cinco cosas que no he contado a nadie. Confío en tu discreción, digna de un Séneca.

1) Los sábados, a escondidas, leo los editoriales de EL PAÍS. Te preguntarás por qué. Bueno, la verdad es que todavía me estoy riendo del último.

2) Mi canción preferida, a la hora de la ducha, es “Singin' in the Rain”. Naturalmente no la suelo cantar muy alto, porque si no llueve...

3) Cuando tenía cinco años me disfracé de pirata y salí a la calle. Subido a un banco de la Plaza del Rey comencé a declamar con infantil unción: “A diez cañones por banda, viento en popa a toda vela...”. Recuerdo que aquel día recogí muchos tomates.

4) Soy muy despistado. El otro día me perdí en mi casa. Lo pasé muy mal. En realidad no fue culpa mía. Por más que me buscaba, no era capaz de encontrarme.


5) Ahora que tengo novia formal me he reformado. Pero de adolescente era todo un conquistador: por donde yo pisaba, no volvía a crecer la hierba. Recuerdo que un sábado llamé a una chica que se me insinuó por teléfono y me dijo: “Puedes pasarte esta tarde por mi casa. No habrá nadie”. Efectivamente, estuve media hora llamando al timbre de la puerta porque no había nadie.


Comentarios:
Es lo que tienen las malas mujeres, que nunca están cuando se las necesita. ¡Y las buenas! ¿Acaso existen?...

Bueno, quien lea esto me tomará de machista para arriba, pero lo mismo se podría decir de los hombres. Y ahora soy entonces machista y feminista al mismo tiempo, ¡qué cruz! ¿Es que no se puede ser normal?
 
Sí, eso de ser normal (el justo medio, que decía el bueno de Aristóteles) es bastante dificultoso...
 
Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]





<< Inicio

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]