09 julio, 2007
Ajeno en su quietud el cielo espera
La claridad subida de la tierra.
Ahora el aire es sol, desnuda guerra
De brisa y nube y flor en primavera.
La luz, siempre distinta, verdadera,
En nuevo amanecer todo lo encierra;
Y todo lo conforma, en nada yerra;
Y así cada mirada es la primera.
¿Eres tú? ¿Y tan cerca? Yo te quiero
Próxima a la brisa y vecina
Del agua transparente y su murmullo.
No eres tú. Es tu eco. Yo te espero
Con la urgencia del fresno y de la encina:
¡Que este vuelo del ver es amor tuyo!
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